7 nov 2017

La proclamación de la República catalana en 1931

La localidad vasca de Éibar ha sido la primera en alzar la bandera republicana. En Barcelona la ilusión se deja sentir. Partiendo de Canaletas, una primera manifestación es dispersada tibiamente en el llano de La Boquería. Recompuestos, los manifestantes comienzan a saludar a los cuerpos de caballería, en actitud pasiva, al grito de “¡Viva la Guardia Republicana!”. La gente marcha hacia Sant Jaume. Lluís Companys se asoma desde el Ayuntamiento: “Tened serenidad; la República sabrá representar a la mayoría del pueblo”. “¡Visca Macià! profieren los congregados. En frente, desde el balcón de la Diputació (Generalitat) concejales republicanos entonan la Marsellesa para júbilo de los presentes. Algo más tarde aparece Macià dirigiéndose a la multitud: “Ciudadanos: en nombre del pueblo de Cataluña proclamo el Estado catalán bajo el régimen de una República catalana. Además, solemnemente os digo que con todo cariño, vayamos a la Confederación con las demás Repúblicas de España”.
 
La nota oficial desde el despacho presidencial de la Generalitat anuncia la República Catalana como Estado integrado en una Federación Ibérica. Ello excede los términos del pacto de San Sebastián. Es una primera disensión sobre la naturaleza del nuevo régimen, según unos u otros, que deberá resolverse. La mañana se salda con una Barcelona republicana. Eduardo Montagut escribe al respecto:

Eduardo Montagut / nuevatribuna.es

Las decisivas elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dieron la victoria en Cataluña a las candidaturas republicanas. En Barcelona la Esquerra había sacado 25 concejales, 12 la Lliga Regionalista, y otros 12 la candidatura republicano-socialista

 Esquerra Republicana acababa de ser creada. La nueva formación, que iba a tener un gran protagonismo en la política catalana de los años treinta, era el resultado de un complejo proceso en el que confluyeron el Partit Republicà Català de Companys, el grupo L’Opinió de Joan Lluhí, y Estat Català de Macià y Aguadé Miró en la Confererència d’Esquerres, que tuvo lugar entre el 17 y el 20 de marzo en Sants

  A la una y media del mediodía del 14 de abril, Lluís Companys desde el balcón del Ayuntamiento de Barcelona proclamaba la República. Poco después, Francesc Macià anunciaba la creación de la denominada República Catalana dentro de la Federación de Repúblicas Ibéricas que debía crearse. A media tarde volvió a dirigirse al pueblo, pero ya desde el palacio de la Diputación Provincial (antigua y futura Generalitat), en frente del Ayuntamiento para anunciar que había tomado posesión del gobierno en Cataluña, afirmando que de allí no les sacarían si no fuera muertos. Posteriormente firmaría un manifiesto proclamando el Estado Catalán en forma de República, pidiendo la colaboración a los otros pueblos de España para crear una Confederación de Pueblos Ibéricos. Puso en práctica su proclama sobre la toma del poder, ya que nombró a Companys como gobernador civil de Barcelona, y destituyó al capitán general y nombró en su sustitución al general López Ochoa. Después nombró un gobierno claramente dominado por la Esquerra, aunque con un miembro del radicalismo y otro del socialismo. La Lliga no estaba representada, sellando definitivamente el divorcio con el catalanismo moderado, que se había hecho insalvable desde la llegada de la Dictadura de Primo de Rivera. Por su parte, según el resultado de las elecciones, Aguader sería el alcalde de la capital

 Debemos tener en cuenta que aún no se había proclamado la República en el resto de España y que, en teoría, seguía existiendo un gobierno monárquico. Solamente, Eibar se había adelantado a las seis de la mañana del 14 de abril.

 Una vez que en Madrid se había proclamado la República, Macià hizo una tercera declaración, aludiendo al Pacto de San Sebastián, volviendo a proclamar la República Catalana como un Estado integrante de la Federación Ibérica. Como comprobamos no parece muy claro si el proyecto era federal o confederal, aunque la última proclama era federal, realmente.

 Podemos interpretar la decisión del republicanismo catalán, más que como el deseo de crear un Estado propio independiente, como una estrategia política de presión para que el republicanismo y el socialismo españoles aceptasen lo pactado en San Sebastián sobre la necesidad de dar una solución al problema de Cataluña. En el Pacto se aceptó que se presentase a las Cortes Constituyentes un estatuto libremente elaborado en Cataluña para regular su organización y relación con el Estado español. Recordemos que en el Pacto estuvieron por Acció Catalana, Manuel Carrasco Formiguera; por Acció Republicana de Catalunya, Macià Mallol; y Jaume Aguader por Estat Català.

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